La nueva apuesta gastronómica del “torero” Chris Portugal
Esta semana termina la marcha blanca de El Toro, ubicado en el subsuelo de un edificio en Alonso de Córdova. Su dueño asegura que el restaurante replica el aire bohemio del clásico local de Bellavista.
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Al bajar por las escaleras del edificio de Alonso de Córdova lo primero que se asoma son grandes hojas y palmeras. Un poco más lejos, entre cactus, se ve una gran puerta roja. Sobre ella, el logo de "El Toro" en letras doradas.
Su actual dueño, Chris Portugal, se sienta relajado mientras los garzones preparan las mesas de la terraza. Es martes y tienen 130 reservas para la noche.
El Toro abrió sus puertas por primera vez en 1999 en la esquina de Loreto con Bellavista. Su fundador, el chef argentino Sergio Caprin, creó un ambiente relajado, entretenido y bohemio.
Como las escuelas de teatro y los canales de televisión estaban cerca, el restaurante se permeó de esa cultura. "Lo que me gustó fue la onda, no existía nada parecido en esa época. Estaba en la vereda, con este argentino muy simpático que era el dueño del boliche", recuerda Portugal, quien es mitad chileno, mitad peruano.
De mamá chilena y papá peruano, Portugal creció en Lima, donde estudió primero ingeniería comercial y luego dos años en el Cordon Bleu de ese país. Cuenta que siempre quiso ser chef y moverse en el mundo de los restaurantes, pero también quería tener todas las herramientas para ser exitoso.
Cuando llegó a Chile el 2004 no conocía a mucha gente pero rápidamente se adentró en el mundo de los restoranes, y comenta que siempre fue su pasión.
Y en 2010 se animó a comprar el local al trasandino. Y ahora, 20 años después de la inauguración, a replicarlo en Alonso de Córdova.
Los toreros
El espacio cuenta con 800 m2, lo que permitió hacer realidad la visión del dueño: tres barras, una terraza grande, una cocina que permite atender a más de 300 personas, y un teatro. "Esto no significa que El Toro se puso más pituco, ni que se vino a competir a Alonso. La idea fue traer El Toro de Loreto, el de siempre, acá. Obviamente en una propuesta 2021".
El nuevo local ya lleva casi tres meses funcionando, y para conseguir una mesa hay que reservar por lo menos con una semana de anticipación. Portugal atribuye el éxito del restaurante a una fórmula que ya manejaba y tenía dominada hace años en Loreto y que a los toreros -así llama a los clientes- siempre les ha gustado.
Para él, lo característico de su restaurante es poder encontrarse con amigos, ir a pasarlo bien, tomar unos buenos tragos y rica comida a "un precio normal", dice. "El Toro está hecho para que cada uno se sienta en casa", explica.
Para poder sacar adelante este proyecto, Portugal se asoció con Albert Cussen quien, después de haber dedicado toda su vida al mercado financiero, decidió incursionar en el mundo de los vinos y viñas de Chile. Se conocieron hace un tiempo y desde entonces han sido buenos amigos.
Juntos trabajaron en la inversión del nuevo El Toro, la cual ronda el millón de dólares. Sin embargo Cussen no solamente es socio, sino también está a cargo de la selección de vinos, que cuenta con más de 30 etiquetas.
Para esta dupla no fue fácil atreverse a lanzar el nuevo proyecto: entre la pandemia y el estallido social el escenario no era favorecedor para un nuevo restaurante. "Pero lo logramos, y no por la plata, sino por tener un equipo de amigos que nos apoyó en el proceso. Eso es lo que se nota y la energía que está acá",
Efectivamente el trabajo del local es producto de amigos y conocidos de Chris. Por ejemplo, el frondoso jardín, con sus grandes palmeras, fue creado por proyecto Selva, una iniciativa del paisajista Diego Casanueva. Mientras que el interiorismo y decoración, que mantiene el estilo clásico de El Toro, fue "acentuado" por Grisanti & Cussen.
El teatro
La idea de crear un centro cultural de El Toro estuvo desde el principio. Gran parte del público está ligado al mundo del arte en distintas disciplinas. Fue así como Portugal creó una alianza con Carola Cussen, bailarina de flamenco, y María José Illanes, actriz y miembro de la banda Maria Rockola. Ambas son co-directoras del teatro, que inauguraron esta semana con una presentación de flamenco.
El escenario, que mide 5x3 metros, contará con todo tipo de presentaciones. Desde stand-up, baile, música, teatro y microteatro. "La cartelera tendrá de todo un poco de todo, para que varios encuentren algo que les interese y se animen a venir", agrega Chris.
La carta
Aunque hay algunos cambios en el estilo de El Toro, la carta es la misma que la del local en Loreto. "Este es El Toro de siempre, con los platos de siempre, la misma carta y sus precios", asegura.
Parte de la estrategia del negocio, dice, es que los clientes vayan al restaurante y que ahí encuentren opciones para "comer bien y que eso no sea caro".
Por lo mismo cuenta que la tortilla de papas es su plato estrella y un infaltable en todas las mesas. Los ceviches y tiraditos también son un éxito. "Comes bien, tomas bien y no gastas mas de 25 mil pesos por persona", apunta.
Pero el plato más solicitado, añade, son las chocotejas, dulces clásicos peruanos que cocina Judith, su madre, quien cada vez que visita Chile, prepara unas 200 unidades a la semana y generalmente se acaban en una sola noche. Incluso algunos clientes las reservan cuando piden el primer trago, para asegurar su porción.
El Toro lleva más de 20 años, y su dueño está seguro de que cumplirá 20 años más.